Sierra de Ixtlán, Edo. de Oaxaca. Nuestro más grande
héroe civil del siglo pasado fue el licenciado Benito Juárez
García, quien nació el 21 de marzo de 1806, hijo de Marcelino
Juárez y Brígida García, residentes de la ranchería
de San Pablo Guelatao, Municipio de Ixtlán, Oaxaca.
La infancia de Benito Juárez transcurrió en el pequeño
poblado, quedando huérfano cuando tenía pocos años,
siendo adoptado por un tío suyo, quien le encargó ser
el pastor de un rebaño de ovejas. La pérdida de uno de
esos animales asustó a Benito, quien tomando una decisión
muy personal y temeroso de ser castigado por la falta de la oveja,
escapó a pie hasta llegar a la capital del estado, la ciudad
de Oaxaca, dirigiéndose inmediatamente a la casa de la familia
Maza, donde trabajaba como sirvienta su hermana Josefa. Ese viaje,
que significó la entrada del joven Juárez a la capital
del estado, se inició el 17 de septiembre de 1818.
Benito tenía muy pocos conocimientos de español y fue
en la ciudad de Oaxaca donde adquirió el dominio del idioma.
Poco después ingresó al servicio doméstico del
fraile lego Antonio de Salanueva, bajo cuyo patrocinio inició sus
estudios como seminarista. Cuando estaba próximo a ordenarse
como sacerdote cambió de carrera, inscribiéndose en 1829
en el Instituto de Ciencias y Artes del estado, para iniciar estudios
en jurisprudencia, que culminó con todo éxito el 13 de
enero de 1834, fecha en que recibió el título de abogado.
Juárez empezó a destacar en Oaxaca, siendo electo regidor
del Ayuntamiento en 1831, y en 1833 diputado local; después
pasó a ser juez civil y a Hacienda. El 31 de julio de 1843 contrajo
matrimonio con Margarita Maza, hija de quien fuera su patrón.