Vicente Ramón Guerrero nació en Tixtla, en noviembre
de 1810 se unió al movimiento independentista
sirviendo, durante todo el año de 1811, en el regimiento que
jefaturaba Hermenegildo Galeana. Con las fuerzas insurgentes se distinguió en
1812, en la acción de Izúcar. Después de recibir
el grado de teniente coronel, Guerrero peleó al lado de Morelos
en la toma de Oaxaca y, más tarde, alentaría el movimiento
en el sur de Puebla.
Guerrero se convirtió en uno de los más fieles defensores
del Congreso. Al ser aprehendido Morelos el 5 de noviembre de 1815
y fusilado el 22 de diciembre siguiente, Guerrero se encargó de
escoltar al Congreso hasta Tehuacán, Puebla. En 1816 Vicente
Guerrero era el único caudillo que continuaba combatiendo a
los realistas valiéndose de tácticas guerrilleras, aunque
disponiendo de muy pocos elementos. A principios de 1819 ante la fuerza
que cobrara la insurgencia, el virrey Juan Ruiz de Apodaca, envió a
Pedro Guerrero, padre del caudillo, a persuadir a su hijo de que depusiera
las armas a cambio de conservarle el grado de general y de una fuerte
cantidad de dinero. Fue entonces que Vicente Guerrero pronunció la
famosa frase : "La Patria es primero". ( La placa colocada
en uno de los muros de la casa en que vivió dice "Independencia
y Libertad, o muerte. Primero está mi Patria que mi padre.")
El caudillo percibió que la independencia sólo sería
factible si era impulsada desde dentro del cuerpo virreinal, es decir
a través de un pronunciamiento del mismo ejército realista.
De esta manera, Guerrero accedió a negociar con Agustín
de Iturbide -acatando órdenes del virrey Apodaca- y aceptar
sus propuestas para la independencia del país. Las condiciones
del jefe realista fueron las siguientes: que la nación siguiera
siendo católica; que la gobernara una monarquía moderada
cuyo emperador fuese Fernando VII o cualquier otro miembro de la Casa
Real, y que se declarara la unión íntima de americanos
y europeos. Al conseguir el acuerdo con Guerrero, Iturbide lanzó,
el 24 de febrero de 1821, la Proclama y el Plan de Iguala. El 10 de
marzo siguiente, Guerrero cedió el mando de sus fuerzas al nuevo
general el jefe del Ejército de las Tres Garantías. Al
consumarse la independencia , el 27 de septiembre de 1821, con la entrada
de Iturbide a la Ciudad de México, se reconoció a Vicente
Guerrero el grado de general, asimismo le fue confiada la capitanía
militar del sur del país y concedida la Gran Cruz de la Orden
de Guadalupe.
En 1828 figuró como candidato a la primera magistratura. A
pesar de que contó con numerosos partidarios, el voto indirecto
de las legislaturas estatales designó, el 1 de septiembre de
1828, a Manuel Gómez Pedraza como presidente. Al día
siguiente, Antonio López de Santa Anna se pronunció en
Veracruz -mediante el Plan de Perote- pidiendo el desconocimiento de
la elección de Gómez Pedraza. El presidente huyó el
3 de diciembre del mismo año, y el Congreso otorgó el
cargo a Guerrero y nombró vicepresidente a Anastasio Bustamante.
El gobierno del presidente Guerrero sólo duró ocho meses
y medio, debido a que el general Bustamante se pronunció contra él,
por lo que Guerrero pidió licencia para salir a combatirlo.
José María Bocanegra quedó como presidente interino
del 18 al 23 de diciembre. En esta fecha fue sustituido por Pedro Vélez.
El 1 de enero de 1830, Anastasio Bustamante ocupó la presidencia
fundándose en su calidad de vicepresidente, y el congreso inhabilitó a
Guerrero, declarándolo "imposibilitado para gobernar la
República".
Vicente Guerrero se dirigió al sur a reiniciar la guerra civil.
Por su parte, Bustamante, por conducto de su ministro de Guerra y Marina,
José Antonio Facio, pagó cincuenta mil pesos en oro al
marino genovés Francisco Picaluga para que secuestrara a Guerrero.
El 15 de enero de 1831, el expresidente fue invitado a comer a bordo
del bergantín El Colombo, anclado en Acapulco, donde Picaluga
lo tomó prisionero. Guerrero fue entonces trasladado a Villa
de Cuilapan, Oaxaca, donde fue condenado a muerte y fusilado la mañana
del 14 de febrero de ese mismo año.