Para entonces el ejército carrancista ya ha pisado
tierras del Estado de México con un objetivo preciso: la capital
de la República y valles aledaños sin entrar en alianza
con el zapatismo. Los del Ejército Constitucionalista entraron
unos por Polotitlán, Jilotepec y El Oro, y otros por Otumba.
Pero la columna más importante, con Álvaro Obregón
a la cabeza, se dirigió a Teoloyucan, donde se firmaron célebres
tratados el 14 de agosto de 1914. En ellos se estipulaba la rendición
total del ejército huertista y, en especial, la entrega de la
ciudad de México al Ejército Constitucionalista, que
hizo su entrada el día 15; y cinco días después
Venustiano Carranza, quien fungiría como encargado del Poder
Ejecutivo de la República. Entre la gente de confianza del Primer
Jefe venía el abogado Isidro Fabela, nacido en Atlacomulco.
Sería nombrado por Carranza encargado de la Secretaría
de Relaciones Exteriores.
Como el zapatismo no había sido invitado a Teoloyucan, aumentó la
desconfianza del caudillo sureño hacia Carranza, cuya política
agraria se mostraba tibia. Asimismo se acentuaron las diferencias entre
Villa y Carranza. Para zanjar éstas y otras barreras, el Primer
Jefe convocó a una junta, transformada luego en la Convención
Revolucionaria, que muy pronto desconoció al mismo Carranza.
La lucha se reanudaría.