Caudillo de la Revolución Mexicana. Nació el 8 de agosto
de 1879, en San Miguel Anenecuilco, del Distrito de Villa de Ayala
en el hermoso Estado de Morelos. Fue hijo de Cleofás Salazar
y Gabriel Zapata. A los 17 años quedó huérfano
de padre.
Lo que lo motivó a luchar por la defensa de la tierra, fue
el ver como su padre lloraba de impotencia, al verse despojado injustamente
de sus tierras por los caciques del pueblo y el ver cómo eran
tratados los campesinos de esa época. En esos momentos Emiliano
lleno de coraje exclamó: "Cuando yo sea grande haré que
te las devuelvan".
Emiliano fue un joven inquieto como todos, se interesó desde
muy niño por la historia de su país, en la escuela siempre
le preguntaba a su maestro acerca de los hechos de la independencia
y todo lo que tuviera relación con las luchas que se realizaban
en su país.
En 1906 participó en Cuautla en una junta en la que se planteó la
necesidad de defender la tierra de los campesinos morelenses de la
voracidad de los hacendados porfiristas.
El 12 de septiembre de 1909 fue elegido presidente de la junta de
defensa de las tierras de Anenecuilco. El principal planteamiento de
Zapata fue defender el derecho del pueblo a la tierra, que significaba
el derecho a la existencia misma de las comunidades campesinas. Emiliano
estaba dispuesto a luchar contra todo y contra todos contando solamente
con la confianza y apoyo de su pueblo.
Al estallar la revolución, Zapata se incorporó a las
fuerzas maderistas, atraído por las demandas agrarias del Plan
de San Luis; pero una vez que triunfó este movimiento, el reparto
de la tierra no se llevó a cabo. Los hacendados, aprovechando
que el ejército porfiriano se mantuvo en pie, presionaron para
que las fuerzas campesinas fueran desarmadas y tramaran una traición
que por poco le costaba la vida a Zapata. En esas condiciones, Zapata
reorganizó a su ejército y tomó Yautepec, Cuautla
y Cuernavaca. Al triunfo de la revolución maderista, se negó a
deponer las armas mientras no se hiciera efectivo el reparto de tierras.
Esta actitud la mantendría hasta el fin de su vida, la cual
le provocó enfrentamientos con quienes ocuparon el poder, mostrándose
fiel a los principios del Plan de Ayala, ideario agrarista en el que
se reflejaban los anhelos de los campesinos, sintetizados en la frase "Tierra
y Libertad". La recuperación de las tierras que les habían
quitado a los campesinos era su objetivo principal.