Orientación y estructura curricular MEB


Dos aspectos son fundamentales en la orientación del currículum de la Maestría en Educación Básica; primero, una apertura a los diferentes enfoques teóricos que fundamentan la educación básica que permite abordar las necesidades y los problemas que los docentes enfrentan cotidianamente en las aulas y, segundo, el análisis de la práctica docente como eje de la formación y del perfeccionamiento profesional que posibilitan el desarrollo del pensamiento reflexivo, crítico y creador.

El currículum, tiene como punto de partida las necesidades y los problemas que confronta el magisterio veracruzano en su trabajo cotidiano y pretende proporcionarle los elementos teórico-metodológicos que le permiten mejorar la calidad de su ejercicio docente, a partir de la reflexión-acción sobre su propia práctica. En consecuencia, cerrar la orientación paradigmática implicaría una contradicción de origen, toda vez que en los espacios de concreción curricular, como en el caso de las metodologías del español, de las matemáticas, de las ciencias naturales (biología, química, física, etc.) y de las ciencias sociales (historia, civismo, geografía, etc.), se sustentan desde diferentes enfoques teórico-epistemológicos.

Se busca ir más allá de la simple capacitación instrumentalista; pues al tener como eje la práctica docente, el análisis teórico-metodológico permite a los estudiantes conocer y dominar los enfoques, contenidos y metodologías que los habilita para cumplir satisfactoriamente con los propósitos de los planes y programas de la educación básica.

En virtud de lo anterior, el diseño del plan de estudios propone que en todos los espacios curriculares la reflexión teórica se concrete en la práctica docente; posibilitando así, no sólo el acopio de conocimientos, sino la creación y recreación de alternativas innovadoras dirigidas a la solución de los problemas que el docente enfrenta en el aula, aceptando que es tarea de todos. Como dice Sylvia Schmelkes, “Implica vivir valores nuevos de trabajo en equipo, de aceptación de liderazgo, de constancia y congruencia. Implica, en pocas palabras, una nueva cultura en la organización escolar”.

En síntesis, y siguiendo las orientaciones más recientes de la UNESCO, esta propuesta se orienta a impulsar una educación encaminada, precisamente, a que los docentes y los alumnos de éstos “aprendan a conocer, a hacer, a convivir y a ser.”